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Un niño

  Al escribir debo supuestamente tratar de ordenar mis ideas, pero se me hace imposible. Sentencias, más que aforismos, palabras más que conceptos, rayar en lo mismo me hace ir y volver, ir y volver. ¿Algo más?, no.   Las horas de sueño estos días no han sido las adecuadas, ni tampoco el ejercicio; me he sentido agotado.   Creí poder escribir algo más que una lista de supermercado, pero no hay problema; hoy serás un diario.   No han habido preguntas en mi cabeza estos días. Solo hay inquietudes banales acerca de mi condición física y de cómo pagaré las deudas; eso me tiene vuelto un estúpido. Incluso las veces que he estado dispuesto ha escribir alguna prosa o poesía (si a lo mío se le puede llamar así) al tomar el teclado o el lápiz me he bloqueado inmediatamente.Creo que si me pagaran me motivaría más, jajaja.    Llevo años pensando en aquella perspectiva, pues la plata hace falta y no he hecho más que idealizar que me hago millonario con mis novelas y que gano el No

La ventanilla

¿Qué saben los niños acerca de la felicidad?, si nada han vivido ¿Qué saben ellos de la bondad?, si jamás la han visto ¿Qué saben esos mocosos de vivir?, si no llevan nada aquí sobre la tierra Su júbilo me repugna, pues carece de sentido. Sí, el sentido que tenemos quienes hemos vivido; lo malogran y destiñen. ¡Fuera de aquí!, ¡Sal te digo!. Nada saben, debería avergonzarles su ignorancia. Yo lo he hecho todo y ustedes nada, ¿qué tienen?; escuchar su risa me da naúseas. ¡Fuera mierda!, ¡Fuera!. Ya me cansan, la luz me cansa, debo terminar; la silla me espera.

Palabras

La vida en palabras es simple, ¿no lo crees?.    ¿Yo?, ¿existe tal yo?, ¿acaso no repito como otros?; pues el yo tiene una connotación de pertenencia, de exclusividad, ¿no es así?. Pero las palabras no aglutinan esencias, ¿o sí?. Haría el intento al describirme, sin embargo me construyo a partir del otro con palabras carentes de mí. ¿Puedo "Yo" ser capturado en el papel de otros?, ¿podré salir de ahí?; no me gusta el papel, se deshace fácil. Podría no recordarme, ¿podré?. ¡NO!, caí en la trampa de la retórica fútil, sometido al papel. Jaula de tinta y de la tan maldita metáfora; la vida no es así.

Filosofía del odio

 Uno no odia solo por odiar. Desperdiciar un sentimiento tan valioso debido a un cúmulo de basura irracional es una soberana estupidez. Pero al parecer aquel grito ahogado, sumergido en nuestro interior genera un eco imposible de retener a la más mínima provocación; ¡que estupidez!. El odio debe cuidarse, cultivarse en el interior de una manera racional y objetiva, pues este debe ser puro e incólume siempre; aquella pureza inexpresiva es la forma correcta por excelencia de ejercerlo. No hay nada más odioso que las palabras socaven hasta el fuego y que provengan de algo tan impávido que sangrarías tú de tan solo golpearlo, algo así como un espejo. Quizá sirva como melodía para cuatelar y trastocar nuestros ecos internos, nuestras pasiones más desatadas; como la partitura que dicta al pianista.   ¡Es un cúmulo sustancial inexplicable!; hasta para los científicos más doctos. Toca la melodía en una especie de simbiosis cíclica. Un eco que de la nada crea y luego destruye aplastando to

Música

Un sonido como puente hacia la esencia misma. Por ahora solo devienen y trasuntan en mí nada más que lo vacuo de una melancolía o angustia; al parecer es un impulso más ambicioso y egoísta que el disfrutar. Lo puedo oír susurrar, resoplar su vibración petrificante. Puede que hasta sordo me quede deseando sentir nuevamente aquella maravillosa sensación; podría esperar una vida entera por ella. ¿Cuál es la obsesión de los finitos por lo trascendente?; creo a mi voluntad incapaz de alcanzarte en aquel apartado lugar. Me encuentro amortajado antes de tiempo, pues el azar únicamente es capaz de traerte ante mí, trepidante compañera mía. Espero volverte a encontrar.

Colores

¿Oscuras son las paredes en tu conversación? Dime, ¿en serio lo son?; Podría hablarte sobre las mías, pido perdón de antemano; conversar en mí es poco usual. ¿En dónde estaba?, no deseo perderme ¡Ah!, ¿trataba sobre palabras?; Ellas son unas traicioneras, ¿sabes?, presumen su incoloro, pero veo sus colores; surcan caras de confunsión y a veces dolor Parecen no estar ahí, solo pregunta; no será claro será algo más azul, quizá un verde extraño El blanco parece inalcanzable, el negro agobiante e impenetrable; ¿acaso los ven? Me gustaría palpar un dubitativo amarillo que un azul se dilate por horas en la indiferencia y así agotarlo hasta fundirme en un rojo recóndito

Sentidos

¿Imágenes vívidas? Hay un pasado constipado, Rehuye de mí, al parecer; Imperceptibles sus texturas, no hay atisbo alguno; En la insípida mezcla asfixiado. Pierde claridad a la luz ¿Poca es la fuerza? Su blanco, ilegible en sus trazos; deja a lo lejos una sentencia. Creo ya verla, ya conocerla . N o, ya no está, ¿por qué no?; Quiero, no puedo, ¿por qué ?   Genuflexo ante él, avergonzado, atenúo fumando  las ansias; aconsejable es abdicar. (Esto es temor. Ya lo sé.)